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Horario: L-V: De 8h. a 20h. - S: De 8h. a 14h.
Cada temporada, Cataluña recibe más de quince millones de visitas turísticas. De ellas, una gran parte se dirige a la ciudad de Barcelona, que se ha consolidado como uno de los principales destinos turísticos del mundo. Con esa enorme cantidad de visitantes, los hoteles de la ciudad están repletos una buena parte del año, lo que les obliga a funcionar a pleno rendimiento. En muchas ocasiones, las habitaciones se llenan el mismo día en que se ha marchado el cliente anterior, por lo que es necesario tenerlas preparadas para ser usadas de nuevo en el menor tiempo posible.
Sin embargo, cuando el que gestiona el servicio de lavandería es el propio hotel, pueden surgir problemas para tener preparado un volumen tan grande de sábanas, toallas y manteles. La ropa blanca se debe cambiar todos los días, y eso puede genera una gran cantidad de trabajo que acaba produciendo retrasos y haciendo que el servicio se vuelva ineficiente. Para solucionarlo, la mejor opción es contratar una empresa de lavandería industrial que se encargue de ese servicio. Todos los días, la empresa recoge la ropa blanca en el propio hotel y deja la del día anterior, evitando que el establecimiento se tenga que ocupar de lavar, secar y planchar la ropa. De esta forma no solo se ahorran gastos, sino que además se pueden centrar los esfuerzos en hacer que la experiencia de los clientes sea lo más agradable posible. Además, un servicio externo de lavandería industrial ofrece una garantía de higiene que es imprescindible para la ropa blanca, y que no siempre se puede cumplir cuando el hotel se ve desbordado y la ropa se empieza a acumular. Este tipo de servicios no solo nos ahorrará tiempo y dinero, sino también esfuerzos que podremos destinar a ocuparnos de que la estancia de los clientes sea lo mejor posible.
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Los hoteles y hostales cuentan con clientes cada vez más exigentes en sus estancias debido al aumento de ofertas de alojamiento y la especialización del sector.
Por ello, los hoteles tienen que tener en cuenta cada detalle que componga el global de la estancia del cliente en su hotel.
Gracias a el nivel de comunicación que nos ofrece un medio como Internet, los clientes se acaban guiando por las opiniones del historial de clientes que han tenido alguna vez estancia en el hotel.
Sin duda, uno de los temas más recurridos en dichas opiniones son los referidos a la limpieza del hotel. Las personas son muy escrupulosas cuando utilizan elementos ya usados con anterioridad por un gran número de personas.
¿Cómo podemos ofrecer el mayor confort y proyectar la mejor imagen posible del hotel a los futuros clientes potenciales? Pues encargando a profesionales el servicio de limpieza, ya sea la limpieza y desinfección acudiendo a una empresa de limpiezas, y también utilizando un lavado de textiles profesional con empresas de servicio de lavandería a hoteles.
Revisando cientos de opiniones de clientes hacia hoteles donde se han alojado, se pueden averiguar algunos de los elementos que más importancia cobran en cuanto a limpieza relacionada con el hotel se refiere.
Algunas de estas preocupaciones pueden ser solucionadas por un servicio de lavandería profesional para hoteles.
Vamos a repasar algunas de estas preocupaciones:
La limpieza a simple vista: Es lo más evidente, la sensación visual de limpieza, el no encontrarse manchas ni ropa aparentemente usada y por supuesto la decoración y la composición de la habitación (ver algunos tips aquí). Esto da seguridad y confianza en un primer contacto visual, por lo tanto si después seguimos cuidando todos los detalles terminaremos consiguiendo la satisfacción del cliente.
La sensación de “casi” estrenar textiles: Los clientes obviamente no van a pensar que para ellos se compran sábanas, toallas, etc.. Pero al menos deben pensar que no han sufrido muchos usos. Para remediar esto hay dos acciones a llevar a cabo: estrenar periódicamente todo el textil suministrado a los clientes, y la otra es contratar un servicio de lavandería profesional que no dañe los tejidos y los deje como recién comprados.
Los olores: Que todo el textil tenga un olor agradable puede hacer que el hotel gane enteros con el cliente, por ello, las lavanderías profesionales usan productos profesionales con aromas innovadores y clásicos, que de forma muy intensa, transmitan la sensación de limpieza y exclusividad.
Los blancos deben ser muy blancos: El blanco es un color que hay que cuidar mucho, ya que es el más propenso a mancharse y el que más difícil se hace de limpiar para que quede como nuevo. Además, cuando se lava sin conocimientos, el blanco pierde blancura y tiende a colores amarillentos y rojizos que le restan impacto visual.
Un servicio de lavandería para hoteles le ofrecerá un servicio de lavado de textiles blancos que cuide el tono original del tejido y no lo desgaste, lo cual también le aportará durabilidad.
La clasificación y organización de la ropa que debe ir a la lavadora puede hacerte ahorrar varias horas al mes. Existen decenas de métodos para organizar mejor tus lavados. A continuación te ofrecemos algunos de los trucos más efectivos, puestos en práctica por miles de hombres y mujeres en todo el mundo.
Uno de los métodos de organización de ropa más utilizado es el de dividir las prendas por color. Hay quienes optan por separar la ropa sucia en tres categorías: negra, blanca y colores. Otras personas prefieren dividir toda su ropa en “clara” y “oscura”. Según los productos que utilices podrás ir ajustando este método con el paso del tiempo.
Hay quienes prefieren separar la ropa por la temperatura del lavado. De esta manera toda la ropa quedará dividida en temperaturas altas y temperaturas bajas. En muchos casos comprobarás que esta clasificación se superpone con la recomendada más arriba.
Para facilitar el lavado de ciertas prendas también se la puede agrupar por tamaño. De esta manera se podrán clasificar lavados de toallas y sábanas, otros de ropa interior y calcetines, otros de paños de cocina, y así sucesivamente. Si lo deseas también puedes agregar una sub-clasificación, como la del color o la temperatura de la ropa.
Uno de los mejores trucos para evitar dejar la ropa sucia desparramada por toda la casa es organizarla con bolsas según categorías. Para ello podemos usar fundas de almohadas. Solo tenemos que colocarles un nombre con fibra indeleble y colgarlas o guardarlas en un lugar accesible (las puertas de armario son buenos lugares para fijarlas con ganchos).
Al quitarnos la ropa sucia en vez de dejarla debajo de la cama la colocaremos en la funda correspondiente (ropa interior, calcetines, etc.) y podremos esperar a llenar cada bolsa para iniciar el lavado. Lo mejor de todo es que para lavar esta ropa no necesitamos sacarla de la bolsa-funda (bastará con hacerle un cierre casero). Y podremos olvidarnos para siempre de eso de perder la ropa.
La ropa de cama y toallas tienen frecuencias de lavado distinto según su uso. Veamos cada cuanto hay que lavarla y por qué.
Las sábanas y las fundas de almohadas deben ser lavadas al menos una vez a la semana. En veranos agobiantes o en dormitorios de enfermos se debe aumentar la frecuencia. Para prevenir la proliferación de infecciones y enfermedades se recomienda lavar la ropa de cama con detergente para lavadoras y una solución desinfectante. El paso final es dejarla secar al sol por varias horas.
Los cubrecamas y cubre-almohadas no requieren de lavados frecuentes, pero pueden ser expuestos al sol de forma mensual para eliminar gérmenes y bacterias.
Las toallas deberían ser lavadas después de cada uso (las que usamos en el baño personal) o cada 2 ó 3 días (para secarnos las manos).
